El hombre de las Cinco “Ces”
Hace ya algún tiempo os hablé del hombre de las Cinco Ces, y
hoy, os voy a desvelar al hombre perfecto, que no existe, que no llega… y que
lo que es aun peor, qué ya no se si me gusta!
Esto salió en la típica noche de las “tres Ces”: Chicas, Confidencias, y Copas, en mi habitación de mi
colegio mayor. En pleno pavo de la recién estrenada independencia, solas ante
una nueva vida universitaria, con presentes imprecisos y futuros más que
inciertos… llenas de energía e inocencia.
Todas soñábamos con un príncipe azul, amores perfectos e
historias lineales con inicio temprano y sin final. Porque cuando nos enrolamos en el arte del
amor, todas creemos que conoceremos a nuestra media naranja (pronto, mañana
mismo, quizás), nos enamoraremos –a primera vista, porque “cupido existe” –, viviremos un noviazgo perfecto –
sin altibajos, porque “el amor
todo lo puede” – y nos
casaremos con 24 años, –
“cuanto antes, mejor” – nada
mas terminar la carrera, para que nos de tiempo a tener 8 churumbeles (guapos
todos, por supuestísimo), y viviremos felices el resto de nuestros días una
vida lineal…
y ¡ABURRIDISIMA!
En esos planes de futuro, aparece nuestro galán:
El Agrosexual de las CINCO CES:
Con
letra inglesa, clásica y del siglo X.
1.
CLASE , no en vano está escrita la primera,
puesto que sin clase, amigas mías, no se puede ir a ningún sitio. Mi abuela
decía, que la clase se nota al discutir… y con lo belicosa que soy, es un
requisito imprescindible.
2.
CAMPO , es más que poseer unas cuantas
hectáreas, es un modo de vida, unas aficiones, una manera de ser, la práctica
de la agrosexualidad, un hombre primario, por naturaleza pero dulce en el
amor. Cazador de venaos y de niñas, copero y sin mariconerías. Adjunto la definición de la reina
mexicana, que no dudo, en breve, encontrareis en la RAE:
“El
agrosexual no necesita ir al gimnasio, goza de un bronceado que muchos ya
quisieran y lleva una alimentación envidiable que le proporciona un buen
aspecto físico. El agrosexual desarrolla un instinto cazador para el fin de
semana, cultivado en sus largas horas de soledad en el campo o entre su
ganadería. El agrosexual da una gran importancia a su apariencia física cuando
sale de cacería, preparando concienzudamente todos y cada uno de los detalles
que le asegurarán el éxito con las zagalas en edad de merecer. El agrosexual es
una bestia imparable en el erial del amor y la seducción, es una mezcla entre
la trogloditez del macho en celo y el amante trovador, poeta de verso tullido y
entrecortado. El agrosexual es directo, implacable, un triunfador con los
bolsillos repletos de billetes capaz de embaucar a las más difíciles hembras.
El agrosexual nunca se va de vacío, nunca se queda en blanco ni a dos velas. El
agrosexual no tiene reparos en descargar su preciosa mercancía en algún club de
vuelta al pueblo, y presumir de ello, incluso. El agrosexual no necesita vestir
como una nena y siempre marca paquetón. El agrosexual no se molesta si le
confunden su hombría, es más, le gusta presumir de su inexistente homofobismo.
El agrosexual se rodea de tipos no-agrosexuales que le parten la cara ipso
facto a aquel que ponga en entredicho su masculinidad. El agrosexual, en
resumen, es un líder, un triunfador en todos los campos que no tiene que
adaptarse al medio, ya que consigue que el medio se adapte a él. El agrosexual
no necesita ir por la vida demostrando nada a nadie puesto que tiene tierras,
un gran Mercedes, paga rondas de cubatas a los no-agrosexuales y si dice que
"siete sin sacarla" nadie duda que, a buen seguro, habrán sido ocho o
incluso más.
3.
CARRERA, esta “C” tiene “sub-ces” que nos
acercan a su comprensión: Cultura y con Conversación.
4.
CARTERA , “el dinero no da la felicidad, pero
prefiero llorar en un Aston Martin”, nos repetíamos en aquella habitación 315
de un colegio mayor de monjas.
5.
CASA PROPIA , con 18 años nadie era independiente,
y le daba un montón de puntos al galán que ofreciera un nidito de amor. Ocho
años mas tarde, según están las cosas, tampoco es muy fácil encontrar a
candidatos que no sigan viviendo con sus padres.
Y después
de esta declaración de intenciones os confieso que esta lista es una de las
mayores tonterías nunca antes caviladas.
Quiero otras
ces, y alguna “B”…
…una Casa, un caballo y unos Besos que me ayuden a vivir!
Eso es lo
que de verdad quiero.
No quiero
una historia lineal, y doy gracias a Dios por no haberme dejado fugarme para
casarme con mi hombre de las cinco ces cuando cumplí los 21 años – esa historia
es digna de contar–
No quiero
una vida establecida, ni comer perdices los sábados en ese club de socios con
vidas perfectas, y ¿quién necesita un deportivo? Con lo bien que se va en un
monovolumen!!!!...
Olivia
Y el post de las dos eses...Soto y Sabina...dos canallas de distinto pelaje...yo no quiero que elijas mi champú...
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