domingo, 21 de octubre de 2012

Repetir no puntúa…


Repetir no puntúa…

Ya me lo decía mi amigo Manolo, en sus épocas de águila de bar: “Repetir no puntúa”. Porque cuando ya has probado a una niña, volverla a conseguir es bastante más fácil. Aun no tengo claro, si es porque “dónde hubo fuego, cenizas quedan”, o sin embargo será porque si no hubo una ruptura traumática te quedaste con ganas de más


Lo que sí tengo comprobado es que eso de que las chicas elegimos… es una verdad a medias. Más bien, de los que nos vienen, elegimos… y suele pasar que: el que viene no conviene, y el que conviene, no viene”. Pero como hay que “elegir”, ¡se elige! Y los hombres, vagos por defecto, cuando se encuentran en una sequía emocional tiran de la “chorbi-agenda” y se vuelven a interesar por las antiguas conquistas, para darse una alegría “pa’l” cuerpo– sobre todo si no te han catado en la cama. No hay imán más poderoso– o porque con los años se han dado cuenta de los errores que cometieron en el pasado y ahora, de repente, ven en ti a “la madre de sus hijos” –seamos realistas, eso es más improbable–.

Y cuando vuelven a ti, te da una satisfacción casi irracional, porque creemos que esta vez, vamos a tener nosotras la sartén por el mango, vamos a ser la femme fatale que siempre soñamos ser.

Lo siento Hombreras; esto no va a ocurrir. Lo sabes, lo se…y lo peor de todo: ¡él también lo sabe!.

 A mí, mi primer amor ya me ha dejado dos veces…y, creo que va a por ¡la tercera!. Ya  está acercándose de la manera más inocente y cándida…
más premeditada y caprichosa!

 Y yo, Olivia… ¿caeré en sus redes? Por desgracia, todo depende de lo que se esfuerce mi Don Juan de barrio por mantenerme a su lado, porque la subasta ha empezado y, no olvidemos que la sabia filosofía masculina dice que repetir, no puntúa.
Olivia

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