martes, 30 de octubre de 2012

La sartén



La sartén


Aquellos que me conocen saben que soy dos Olivias. Soy géminis, y como tal, tengo dos personalidades bien distintas que coexisten y acentúan la ya común bipolaridad femenina. Y en las relaciones con los hombres estos dos “yo”, aparecen siempre en el mismo preciso instante.

El primero de mis “yo”, seguro de sí mismo, libre y enigmático. Capitán de su destino, patrón del ritmo de su vida, y enérgico. Se presenta en el inicio de la relación, en el qué los enamoro y me los llevo de calle!... Yo ni si quiera los encuentro dignos de mi altiva situación. Me dejo querer porque me gusta que me alaben.

El segundo de mis “yo”, dependiente y torpe en sus acciones. Marinero de un capitán que no aprobó el PER. Cuando hace aparición ya ha tocado suelo el huracán Sandy y nada hay que pueda salvar la embarcación. La sartén salió volando y, lucho de manera patosa por recuperar el antiguo amor indigno.

Pues bien, se acabó. 

Paso a enumerar lo que se debe hacer para no perder el control de la relación, a ver si escribiéndolo comienzo a aplicar a mi vida la conocida teoría:

1)               Tú eres el premio.
Para ejemplo el de Kate Middelton con el príncipe William, que siendo príncipe y – en ese momento, hiper atractivo – siempre le hizo ver que ella era el premio que hasta un rey querría tener.




2)               Se independiente.
Parece trivial, pero no. Al final por puro enamoramiento dejamos nuestras vidas para centrarnos en la de nuestro novio. No nos beneficia, y logramos que no valoren que lo estamos haciendo por ellos.

3)               Guarda un as en la manga
Si sabes que hay otros que mueren por tus huesos, te sentirás con el poder, y eso se lo transmitirás a tu pareja. No seas fresca!...sólo coquetea con aquellos que sabes que te desean.

4)               Evita los numeritos
Los hombres, como los niños, huyen de las riñas y de los dramas. Son egoístas por naturaleza. Buscan comprensión y diversión. Por eso cuando creas que se ha portado mal, no le regañes, sólo distánciate hasta que entienda que algo ha hecho mal.

5)               Poquito y al revés
Sabio refrán de abuela. No seas vanidosa, y quieras contar toda tu vida en Facebook, no quieras que te vean con otros, o que saliste a cenar con diez guapos herederos, o con tu madre. La imaginación, cuando no se sabe qué esta haciendo es mucho más poderosa. Así que juega con la cualidad de ser enigmática.

Y por último lo más importante…

6)               Sé la persona que te hace feliz.
No esperes que te hagan feliz. Se tú la persona que te hace feliz cada día. Dedica tiempo a tus hobbies, establece tus metas personales, y sonríe, porque, la sonrisa, es la mejor tarjeta de presentación.



Dicho esto, empiezo a ponerlo en practica con ese “as” que tenía guardado!

¡Arriba los corazones!


Olivia

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